No puedo dejar de pensar en la situación de la
educación panameña actual. Es un hecho que no todos los colegios, ni siquiera
los colegios particulares, estaban preparados para afrontar una situación de
emergencia como la que vivimos. El sistema educativo ha creado una quimera para
escudar una mentira de a puño.
La inminente suspensión del año escolar, ha
motivado una campaña en las redes sociales, por parte de los colegios
particulares, invitando a oponerse a la misma, es comprensible ya que del
negocio de la educación dependen los dueños de los colegios, que son lo de
menos, ya que ellos han engrosado sus bolsillos con la comercialización de la
educación, digo que es comprensible por los hogares que dependen del salario de
los docentes, muchas veces por debajo de lo que manda la ley en la equiparación
de salarios; pero este enfrentamiento tiene una contra parte, los padres de
familia que no están dispuestos a seguir pagando servicios educativos,
transporte e incluso alimentación, sin contar los útiles escolares y los
materiales didácticos que se siguen pidiendo a pesar que las "clase"
se dan a distancia.
No nos llamemos a engaños, lo que ha sucedido es
que las clases virtuales no lo son, es decir no existe educación virtual sino
educación por medios digitales, la virtualidad exige una metodología y una
didáctica específica, hace uso tanto de la sincronicidad como de la
asincronisidad para establecer estrategias atractivas para los estudiantes...
enviar módulos y guías de trabajo, entonces, nunca serán suficiente ni
efectivo, y van en contra de la naturaleza de lo que se pretende sea la
educación por medios digitales, que se ha pedido tanto al sector
educativo particular como estatal. Las mismas plataformas virtuales de
educación son sub-tulizadas ya que ellas ofrecen incluso maneras de hacer
vídeos conferencias, chats, debates y otra serie de recursos que pocas veces en
mi vida como estudiante he visto, y que sin embargo he descubierto como
docente. Cuando entré a ver los llamados módulos que ha colgado el MEDUCA
en su página, los mismos no siguen la estructura y reglamentación de la técnica
modular, y lo peor presuponen que el estudiante tiene los insumos, como libros
y materiales, ofreciendo muy poco para aprender, más bien el de replicar
contenidos, recuérdese que según el cono de aprendizaje de Dale, si me limito a
mandar a leer e incluso oír, la efectividad de aprendizaje es muy poca... pues
nos estamos conformando, si acaso, con una significatividad cognitiva que llega
si acaso a un 30% de lo que en realidad se debería aprender, muy baja si
hablamos de aprovechar las bondades que nos ofrece la educación por medios
digitales.
No todos los centros educativos
tienen las mismas condiciones técnicas, y no todos los docentes tiene la
experticia y preparación necesaria para trabajar en plataforma, incluso hay
docentes que rechazan el trabajo educativo virtual, ¿por qué? Simple al final
se empieza a replicar los mismas clases aburridas y actividades estereotipadas
de las clases presenciales. La mayor queja de los estudiantes es
precisamente la falta de comunicación del docente con sus estudiantes, y muchas
veces la nula re-alimentación, les cuesta colocar un "bien hecho", o
"te faltó profundizar", al menos, amén de las demoras en dar
respuesta a las interrogantes, ya he pasado por eso, y la teoría no te prepara
ni para la realidad y menos para la virtualidad, a ésta último hay que
dedicarle más amor, incluso más tiempo.
Esta crisis evidencia la falta de previsión y
preparación que tenemos como sociedad, y especialmente la falta de
alfabetización digital del sistema. El Ministerio de educación ha llamado a
capacitación a los docentes para formarse en los medios virtuales,
¿Ahora? seguimos corriendo, no prevenimos, sino que intentamos subsanar o
corregir cuando el daño está hecho. Pero quién en esta coyuntura va a formar a
los jóvenes en estas plataformas y esta metodología, cuando vemos que son
verdaderos expertos en utilizar la tecnología para fines lúcidos y no
educativos, y eso si es que tienen la suerte de tener acceso a los medios
digitales, o la data para cargar en sus celulares
Esta crisis también evidencia la brecha
existente entre ricos y pobres, entre los pudientes que en definitiva no están
pasando trabajo, y los que a duras penas están pensando en cómo sobrevivir con
la ayuda del gobierno.
Hasta que no se dote a los colegios públicos de
lo necesario y que todo hogar acceda a el derecho Universal de la comunicación
por medios digitales; lo que pretende el sistema educativo no se podrá
concretar de la manera correcta.
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